Por equipo de prensa CoWeb
Hoy te invitamos a conocer la historia del día del Congreso Nacional y por qué es una fecha de conmemoración en nuestro país.
El día 4 de julio de 1811, el Congreso Nacional abrió sus puertas en Chile, marcando un momento crucial en la historia del país.
Este congreso, conformado por cuarenta y dos diputados elegidos, tenía la responsabilidad de redactar leyes, dirigir la política exterior y diseñar una nueva Constitución.
La elección de los diputados se llevó a cabo en Santiago, donde se permitió la participación de los ciudadanos mayores de 25 años con viviendas habitadas. El proceso electoral fue transparente, con la presencia de ministros de fe para verificar los resultados.
Aunque hubo contratiempos que retrasaron la inauguración, finalmente el 4 de julio se realizó la ceremonia en el edificio de la Real Audiencia, caracterizado por su sencillez y austeridad. La jornada incluyó una ceremonia religiosa, el juramento de los diputados y discursos simbólicos que marcaron el traspaso del poder político.
Según el Archivo Nacional de Chile, en la noche del cuatro de julio, Santiago fue iluminado y se lanzaron fuegos artificiales, además se quemaron algunos objetos alusivos a tan magno acontecimiento. Cuenta Diego Barros Arana que una de esas piezas incineradas era «una efigie simbólica de América, que rompía sus cadenas y conquistaba su libertad». Debe haber relucido en medio de las llamas de esa noche ese lienzo que colgaba del edificio de la Real Audiencia que decía «Viva el Supremo Congreso Nacional».
El 4 de julio de 1811 quedó como un hito histórico en Chile, sentando las bases para el desarrollo de la democracia y la independencia del país.
El Día del Congreso Nacional en Chile se celebra con el objetivo de promover la participación ciudadana y destacar la importancia de la institución legislativa. Es una ocasión para reconocer el trabajo de los legisladores y reflexionar sobre el papel central que desempeñan en la consolidación de la democracia y el desarrollo del país.