Llenos de emoción y expectantes escucharon los más de 150 asistentes, entre ellos emprendedores e innovadores sociales, a José Manuel Möller, fundador de Algramo en el conversatorio de innovación y participación social “Desde el barrio al mundo”, iniciativa presentada por Fundación Minera Escondida. La jornada abierta a la comunidad busca contribuir al desarrollo y fortaleciendo del ecosistema de innovación regional, mediante experiencias reales de alto impacto que promuevan la transferencia de conocimiento e inspiración.
“Este conversatorio fue una invitación para todas aquellas personas que buscan de manera permanente una perspectiva diferente de ver y entender las cosas que los rodean, perspectiva no siempre cómoda, pero necesaria si lo que buscamos es trascender más allá de nuestras particularidades”, recalcó Eugenia Camazón, gerente social de Fundación Minera Escondida.
La historia de Algramo partió en 2011 en la comuna de La Granja cuando José Manuel Möller decidió dejar la casa de sus padres e irse a vivir a este barrio junto a tres amigos. Cuando le tocó hacerse cargo de las compras, se dio cuenta de que los productos de menor tamaño eran más caros, allí decidió crear Algramo, justamente para eliminar el impuesto a la pobreza.
Fue en ese momento cuando que se le ocurrió crear máquinas dispensadoras para instalar en los almacenes. El primer producto que ofreció fue detergente, pero luego comprendió que los alimentos eran su camino, posteriormente agregó detergentes líquidos y productos de limpieza, extendiendo su mercado a la comida de mascotas. Actualmente, quiere ampliar su empresa social a regiones y luego seguir en Estados Unidos, este emprendedor sin duda es un gran ejemplo para muchos, ya que los problemas surgidos lejos de desalentarlo han fortalecido su espíritu emprendedor, permitiéndole demostrar que con esfuerzo, claridad, creatividad y constancia se puede llegar muy lejos.
Con este mensaje directo y empoderado, el “Cote” Möller inspiró a emprendedores y futuros emprendedores de la región. “Nunca pensé que llegaría tanta gente, las preguntas que surgieron fueron lo mejor de la jornada, porque pude visualizar como se entendió el mensaje, para mí lo más importante es la reflexión que queda. Espero que por medio de esta instancia ellos puedan dedicarse a resolver las problemáticas del territorio”, comentó José Manuel Möller, director ejecutivo de Algramo.
Además, agregó Möller que “es fundamental hacerse cargo de lo que ocurre en tu entorno, hoy en día estamos llenos de problemas, la gente ve los problemas y protesta, pero falta que se generen nuevas propuestas. Creo que el ideal de la inspiración es pasar a la acción, diciendo bueno ahora uso la creatividad y la tecnología como medio para resolver una problemática, me parece genial que esa sea la conversación y que en Antofagasta esté ocurriendo esto, porque no hay mejores soluciones que las que pueden idear personas de la zona, por eso los invito a que se atrevan y se hagan cargo del territorio”, puntualizó.
Emprendedores locales valoraron espacio de inspiración
Espacio que fue ampliamente valorado por los asistentes. “Esto es totalmente inspirador para uno como emprendedor, porque a veces te abrumas con tantas ideas, en realidad rescato que todo puede funcionar si es una idea clara y comprensible”, comentó Paola Flores, fundadora de la organización Gigante Verde.
Por su parte, Pablo Vera creador del emprendimiento “Aquiles Paseo”, expresó que “uno como emprendedor lo que busca es inspiración para poder seguir haciendo crecer su proyecto, estamos en un momento en que debemos generar cambios y se agradece mucho que Fundación Minera Escondida pueda traer a emprendedores de este tamaño a Antofagasta, que nos llenan de energía para seguir adelante con nuestras iniciativas”.
Por su parte, uno de los ganadores de AntofaEmprende 2018, Nelson Elorza, señaló “cuando creamos algo o estamos involucrados en resolver una problemática, como lo dijo hoy José Manuel debemos enamorarnos del problema y no de la solución, porque lo que hacemos es tratar de crear algo fantástico o de otro planeta y no es por ahí por donde debemos ir, sino que tenemos que reducir al mínimo nuestras soluciones para poder lograr algún impacto, y demostrar en el ecosistema que estamos dispuestos a trabajar duro para resolver las problemáticas que nos están afectando”.