InicioEDUCACIÓNComunas de Chile son declaradas con valor científico

Comunas de Chile son declaradas con valor científico

Por equipo de prensa Coweb 

Los cielos prístinos de Chile son fundamentales para el desarrollo de la astronomía mundial debido a sus condiciones climáticas y geográficas.  Es por esto que 39 comunas del país de las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo fueron declaradas con valor científico y de investigación.

Lo anterior, permitió que el Ministerio de Ciencia de Chile aprobara proteger los cielos de la contaminación lumínica que se pudiera producir en las cercanías de los observatorios astronómicos instalados en estas regiones. 

Esta categoría de protección es posible gracias a la publicación del Decreto N°2 del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, publicado en el Diario Oficial y que declara los cielos de estas comunas como “áreas con valor científico y de investigación para la observación astronómica”. 

Aquello, además fue suscrito por el Ministerio del Medio Ambiente. Esto, según el mandato de la Ley 21.162 que modificó la Ley 19.300, creando el concepto de “áreas astronómicas” y que modificó la Ley 21.105 que establece las funciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología Conocimiento e Innovación.

Al respecto de esta significativa declaración nacional, según el diario online El Mostrador,  la subsecretaría del Ministerio de Ciencia, Carolina Gainza comentó que este decreto permite cuidar uno de los patrimonios de nuestro país: sus cielos.

“Los cielos de estas tres regiones, son un patrimonio de todas y todos los habitantes del país. Cuidarlos permitirá que los y las investigadores puedan realizar mejor investigación para conocer qué es lo que pasa fuera de nuestro planeta, lo que ocurre en el Universo, generar más conocimiento en esa materia y además, fortalecer la identidad de los territorios para generar turismo astronómico porque la astronomía es también beneficiosa para los habitantes de estas comunas que se vinculan con ellas”, expuso. 

COMUNAS 

Son parte de estas “áreas astronómicas” las comunas de Antofagasta, Calama, María Elena, Mejillones, Ollagüe, San Pedro de Atacama, Sierra Gorda y Taltal, en la Región de Antofagasta; Alto del Carmen, Caldera, Copiapó, Freirina, Huasco, Tierra Amarilla y Vallenar, en la Región de Atacama; y Andacollo, Canela, Combarbalá, Coquimbo, Illapel, La Higuera, La Serena, Monte Patria, Ovalle, Paihuano, Punitaqui, Río Hurtado, Salamanca y Vicuña, en la Región de Coquimbo.

Actualmente, el Ministerio del Medio Ambiente está finalizando el proceso de modificación de la Normal Lumínica  (DS 43/2012 mma), que establece una norma de emisión para la regulación de la contaminación lumínica.

Bajo este contexto, el director del Centro de Astronomía de la Universidad de Antofagasta y uno de los impulsores de esta declaración, el doctor Eduardo Unda-Sanzana, comentó para La Estrella de Antofagasta que desde los años 90’s Chile cuenta con una norma de contaminación lumínica, pero que sin embargo el trabajo se originó desde el 2018 donde se redactó una moción al Congreso y así modificar la Ley de Bases Generales del Medio Ambiente con el objetivo de agregar en ella la luminosidad artificial como contaminante.

“Lo que se había visto en esos casi 20 años desde que entró en operación la norma es que la contaminación lumínica en la Región de Antofagasta y en Chile en general, había aumentado. Eso se explicaba porque la norma funcionaba como una medida reactiva, o sea tener la contaminación instalada para que alguien denuncie y entonces, comenzar el proceso de fiscalización y después puede que se dicte alguna medida para que esa contaminación cese”, dice Unda-Sanzana añadiendo que, por lo tanto, la idea fue buscar una opción más preventiva.

 “Nos dijeron que no se podía porque no existía la iluminación artificial como un contaminante y de ello derivaba una serie de problemas para fiscalizar, sostuvo. 

PRÓXIMOS PASOS

En la nueva norma lumínica se establecen mayores exigencias para las luminarias instaladas en las “áreas astronómicas”, específicamente una reducción de la radiación espectral, en rangos ultravioleta e infrarrojo cercano y en el color azul. En términos prácticos, esto implica un cambio en el color de la luz, para lo que existen fuentes que permiten dar cumplimiento a tales requisitos y que serán certificadas por laboratorios autorizados por la SEC.

Además, el MMA, en conjunto con el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), deben dictar un estándar técnico que establezca los criterios objetivos para definir cuándo y en qué condiciones o características un proyecto puede generar contaminación lumínica en estas áreas, exigencia también de la Ley 21.162.

Por otra parte, según el diario online El Mostrador, la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry señaló que “es un primer hito para avanzar en la protección de los cielos, que son un laboratorio natural reconocido a nivel internacional”.

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