La nueva Estrategia Regional de Innovación tiene el gran desafío de potenciar un instrumento que contribuya a consolidar a la Región de Antofagasta como un territorio competitivo e innovador.
La región se está transformando en un polo de innovación para diferentes industrias, minería principalmente, a la que ya están llegando diferentes iniciativas que buscan ampliar la oferta de soluciones creativas, diferenciadoras y competitivas.
Por eso, en la primera sesión plenaria de este año del Consejo Regional de Antofagasta (CORE), se aprobó por unanimidad la actualización de la Estrategia Regional de Innovación (ERI), instrumento de planificación que pone en valor el patrimonio económico-productivo, potenciando el conocimiento y capacidades existentes para innovar.
Para Ricardo Díaz, Gobernador Regional y presidente del órgano colegiado, comentó que “nosotros queremos que se descentralice esto, que haya un efectivo apoyo a los emprendedores pero, sobre todo, que vayamos mirando la economía de nuestra región con un sentido de futuro, y en tal sentido, esta estrategia viene a dar respuesta a esos elementos. También se va a sumar a la licitación que vamos hacer prontamente de la Estrategia Regional de Desarrollo y a la implementación del PROT, que es el plan de ordenamiento territorial. Nos parece que estos instrumentos de planificación tienen que ser el norte por el cual vamos a transitar hacia una nueva región”, subrayó el jefe regional.
Además, agregó que “como profesor, me interesa mucho que todas las acciones que estamos ejecutando respecto al gobierno regional partan desde una planificación previa, que tengamos una visión de hacia dónde queremos dirigirnos. Es decir, en esta nueva ERI, lo que se quiere es descentralizar los procesos de innovación; muchas veces hemos visto cómo a través de instrumentos de Corfo se priorizan muchas actividades solamente de la provincia de Antofagasta”, explicó Díaz.
OBJETIVOS ESTRATÉGICOS
La ERI tendrá vigente hasta 2028 y entre sus principales alcances, destaca la búsqueda de “robustecer un ecosistema de innovación eficaz y bien articulado en las nueve comunas de la región, y consolidar alianzas público-privadas que incorporen el compromiso de desarrollo de la ERI 2022-2028”.
Asimismo, el instrumento está diseñado para “elevar los niveles de transferencia de conocimiento en la región formando, reteniendo y atrayendo talento e impulsando una mayor inversión en infraestructuras habilitantes para la investigación”.
Dado todo lo anterior, la estrategia pondrá foco en “impulsar la innovación social como catalizador de la mejora en la calidad de vida de las personas”, y con ello, “diversificar la matriz productiva de la región, traccionando de los sectores líderes a aquellos que son incipientes, incrementando la base de negocios locales/regionales de alto valor agregado en el corto y mediano plazo”
Por otra parte, la ERI pone especial hincapié en “potenciar el valor de los recursos naturales y patrimoniales de la región, posicionando al territorio como líder nacional en actuaciones encaminadas a enfrentar el cambio climático y la preservación de los espacios naturales”.
Estos son algunos de los focos que tiene la ERI desde hoy hasta 2028. Las alianzas y articulaciones que se generen en este periodo, son esenciales para el éxito del plan de trabajo y las repercusiones para acrecentar el capital social, económico y cultural de la región, una tarea que, sin dudas, involucra a diferentes actores del ecosistema de emprendimiento e innovación en las 9 comunas de Antofagasta.