El gigante inmobiliario “Evergrande” atraviesa una crisis financiera que tiene paralizados a economistas y expertos del mercado mundial. La empresa fundada por el multimillonario chino Xu Jiayin, es uno de los desarrolladores más grandes de su rubro en China y una de las empresas más grandes del mundo, y forma parte de Global 500.
Con sede en la ciudad de Shenzhen, en el sur de China, hoy emplea a unas 200.000 personas e indirectamente, mantiene más de 3,8 millones de puestos de trabajo al año. Asimismo, sus inversiones se diversifican en otros rubros como vehículos eléctricos, parques deportivos y temáticos, alimentos y bebidas, productos lácteos y, por si fuera poco, hasta en un equipo de fútbol.
En los últimos años, las deudas de Evergrande se dispararon, debido a la solicitud de préstamos para financiar sus inversiones, transformándose en la top one de morosidad de China: US$300.000 millones. Según el Reporte Anual de 2020, antes de fin de 2021, la empresa deberá cancelar casi US$52 mil millones.
Por su parte, el Gobierno de China pidió a sus autoridades locales que se preparen ante la posible caída del gigante inmobiliario o como ellos lo llaman “ La Posible Tormenta”, según publica Wall Street Journal. Las indicaciones incluyen las reuniones con grupos de contables y expertos legales, para examinar las finanzas en torno a las operaciones de la inmobiliaria en sus respectivas regiones.
El Gobierno Chino también ordenó un sondeo sobre el estado económico de los promotores inmobiliarios locales, tanto estatales como privados, para hacerse cargo de los proyectos que quedarán a la deriva y que establezcan equipos encargados de hacer cumplir la ley para controlar la indignación pública y los incidentes multitudinarios.
Como toda gran empresa, Evergrande tenía grandes ambiciones que detonaron su punto de quiebre. “El grupo se alejó mucho de su negocio principal, que es parte de cómo se metió en este lío», explica Mattie Bekink, director de la Unidad de Inteligencia de The Economist en China a CNN.
Mark Williams, economista jefe de Capital Economics para Asia, dijo que el colapso de Evergrande, «sería la prueba más grande que el sistema financiero de China ha enfrentado en años; la raíz de los problemas de Evergrande y los de otros desarrolladores altamente apalancados, es que la demanda de propiedades residenciales en China está entrando en una era de declive sostenido, el continuo colapso de Evergrande ha centrado la atención en el impacto que tendría una ola de incumplimientos de los promotores inmobiliarios en el crecimiento de China».
Sin embargo, la caída de Evergrande no solo afectaría los mercados chinos, también la economía en Latinoamérica. «Las economías latinoamericanas van al ritmo de las materias primas y lo que llamamos ‘commodities’. Sobre todo, hay un grupo (de empresas) que podría estar más en riesgo que otras. Allí vemos a Perú, Chile y Brasil, porque son quienes más venden material de construcción a empresas de China”, aseguró el economista Alejandro Godoy a France 24.
La incertidumbre por la crisis de endeudamiento de Evergrande y su potencial impacto en el sector inmobiliario ha generado repercusiones en el precio del cobre.
Según el Informe Semanal del Mercado Internacional del Cobre para la Semana del 27 de septiembre al 01 de octubre 2021, la materia prima tuvo una caída del 2.4%, influenciado por las crecientes expectativas de menor demanda del metal rojo por parte de China.
El director de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo, señaló a La Tercera dos posibles escenarios en los que la situación podría afectar el precio del cobre. “Hay dos dimensiones principales que podrían impactar en el precio del cobre. La primera, es que una caída de Evergrande genere una crisis financiera sistémica por las fuertes vinculaciones del sector inmobiliario con el sector financiero. La segunda es que esta crisis afecte el desarrollo del sector inmobiliario en China y con ello el consumo de materias primas como el cobre”.
Además advirtió que “se generará un mayor riesgo entre los bancos comerciales, lo que puede afectar la disponibilidad de crédito. Es probable que otros promotores inmobiliarios tomen consciencia de las posibles implicancias de esta crisis en la política futura del gobierno en este sector y, por lo tanto, busquen reducir el apalancamiento en el corto plazo, lo que probablemente implique una desaceleración de nuevos proyectos inmobiliarios”.
Las expectativas de lo que pueda pasar con el grupo aún están sobre la mesa. En el intertanto, otras empresas del sector inmobiliario empezaron a tambalear y es que el constructor de viviendas chino Fantasia Holdings Group incumplió con el plazo de pago de una deuda de 206 millones de dólares, dejando en evidencia, la preocupación que existe en dicho sector.
Se espera que las grandes potencias logren manejar adecuadamente la situación y así no se vea implicada la economía de tantos países a nivel mundial. Ante esto, se abren oportunidades para que más emprendedores generen soluciones innovadoras que ayudarán a la economía del país, evitando que el mismo dependa de la venta de materia prima.
