Por equipo de prensa CoWeb
Con el propósito de disminuir las brechas educacionales evidenciadas en la región durante la pandemia, nació la Escuelita Rebelde Chepuja; una unidad escolar que fue creada desde la intención de poder llevar conocimientos a los niños, niñas y adolescentes del campamento Altamira.
Asimismo, luego de tres años de servicio, la Escuelita Rebelde Chepuja, extendió su labor con una sede dentro del campamento Chilenos por un sueño, donde actualmente más de 100 niños, niñas y adolescentes, se dirigen a las coloridas escuelitas, donde profesores y profesoras voluntarias, les esperan para desayunar, aprender y reforzar distintas materias escolares.
En cuanto al trabajo realizado y la motivación de crear estas iniciativas, la fundadora de la Escuelita Rebelde Chepuja, Marcela Mercado, comentó que “hace algunos días, uno de los niños pequeños, Nihash, un excelente alumno, uno de los mejores de su colegio, me preguntó ¿Tía, ustedes por qué tienen la Escuelita? Su pregunta me sorprendió. Ahí me planteé algunas cosas, uno actúa por inercia también, lo único que le pude decir es porque los amamos profundamente. Hemos hecho familia”.
Más de 300 niños y niñas han pasado por la sala de clases de la Escuelita, donde los profesores y profesoras les enseñan matemática, inglés. ciencias, historia chilena y lecto escritura a los más pequeños. Asimismo, hacen salidas recreativas a distintos museos o exposiciones.
Los profesores y profesoras tienen una importante labor al educar y guiar a los estudiantes, transmitiendo conocimientos y valores importantes que inspiran. En base a ello, la profesora de niños y niñas en etapa preescolar, Silvia Ascueta, dijo: “me motiva saber que estamos guiando a niños y niñas para que puedan aspirar a salir del espacio tan vulnerable en el que están ahora mismo. Los niños que van a la Escuelita, se abrieron a la posibilidad de soñar. Eso es bastante lindo para un infante”.
Por otra parte, la encargada del Departamento de Inglés, Elena Martinez Rojas, comentó su principal motivación para ser parte de esta significativa iniciativa que va en ayuda de los niños y niñas.
“Somos una gota de agua en el océano, pero ayudar un poco a escolarizar niños y niñas en situación migratoria irregular es importante, ellos no tienen la culpa de la situación, al final sufren las consecuencias. Ha costado que entren al sistema escolar y una vez ahí, que se mantengan, es muy importante lo que estamos haciendo para nivelar y mantener las ganas de estudiar. Hacemos cosas entretenidas, yo particularmente he generado el cariño por el inglés”, expresó.
La Escuelita Rebelde Chepuja lleva más de tres años funcionando de manera autogestionada, donde además de enseñar y reforzar, realizan distintas actividades para los niños y niñas del campamento en días especiales.