Por equipo de prensa CoWeb
Este año el Premio Nobel de Literatura se lo llevó el autor noruego Jon Fosse, quien por medio de su obra literaria ha cautivado a lectores de todo el mundo.
Nacido en Hausgesund, Noruega, en 1959, Fosse ha forjado una carrera literaria notable a lo largo de las décadas.
Hizo su debut en el mundo literario en 1983 con su primera novela, «Rojo, negro», marcando el inicio de una prolífica trayectoria. A lo largo de los años, ha creado una amplia variedad de obras, que incluyen novelas, relatos, poemas, ensayos e incluso libros infantiles, consolidando su posición como un escritor multifacético y talentoso.
Además de su contribución a la literatura escrita, ha dejado una marca en el teatro. Su primera obra de teatro, «And We’ll Never Be Parted», en español «Y nunca nos separaremos», se estrenó en 1994, y desde entonces ha escrito cerca de 40 piezas teatrales.
En 1999, Jon Fosse alcanzó un reconocimiento internacional significativo con la producción de «Alguien vendrá». Según la página web del Premio Booker, sus obras han sido traducidas a 50 idiomas y representadas en más de mil ocasiones en todo el mundo.
Desde el año 2022, es miembro de la Academia de las Artes de Berlín, un reconocimiento a su destacada contribución a las artes. Con su obra en prosa titulada «Trilogía» recibió el premio literario del Consejo Nórdico en 2015, uno de los galardones literarios más prestigiosos de Escandinavia.
La entrega del Premio Nobel de Literatura a Jon Fosse continúa una tendencia histórica en el galardón de reconocer a autores que, aunque escasamente conocidos por el público en general, han dejado una huella indeleble en la literatura mundial.
Esta tendencia, a menudo caracterizada por la elección de autores europeos, blancos y hombres, reafirma el compromiso de la Academia Sueca con la diversidad literaria.
Uno de los logros más impresionantes de Jon Fosse es su «Septología» (2019-2021), que comprende tres volúmenes: «El segundo nombre», «Yo es otro» y «Un nuevo nombre». Esta obra monumental, con sus 1.250 páginas, ofrece una profunda reflexión sobre el arte y la espiritualidad a medida que un artista envejecido se enfrenta a cuestiones trascendentales.
En una entrevista reciente con la revista «New Yorker», Jon Fosse aclaró que su obra monumental no se trata de una narración autobiográfica, a pesar de las similitudes con su propia vida. El escritor, quien se convirtió al catolicismo en 2013, confesó ser un hombre de fe, afirmando: «Todo lo que escribo es una forma de plegaria», en una declaración significativa sobre su relación con la creación literaria y la espiritualidad.
