La principal plataforma de innovación social del norte del país, Antofaemprende, hoy se encuentra en una etapa fundamental donde comienza la apuesta por generar oportunidades que propicien la instalación de los emprendimientos finalistas en la comunidad. Se trata de las seis iniciativas ganadoras de la IV versión, las cuales se encuentran en etapa de Excubación para instalar los emprendimientos en el territorio y acercarse a resolver los principales desafíos de la región a través de sus proyectos. En la práctica, esto significa adaptarse al entorno para generar impacto a través de pilotos controlados.
“Hemos trabajado para generar un proceso de acompañamiento más robusto y eficiente,
a través del seguimiento permanente a los proyectos y la asesoría de un equipo integrado
por profesionales de Fundación Minera Escondida, Socialab -nuestro socio ejecutante-
además de expertos y autoridades de la región, todo con el propósito de alcanzar un
proceso de instalación exitoso y donde los nuevos emprendimientos se incorporen al
mercado con soluciones viables y atractivas”, indicó José Antonio Díaz, director
ejecutivo de Fundación Minera Escondida.
AntofaEmprende, concurso de innovación y emprendimiento social, a la fecha ha
contribuido al desarrollo de más de 40 emprendimientos que apuntan a dar soluciones a
desafíos y problemáticas transversales en la región.
“A lo largo de este tiempo nos hemos planteado un desafío: articular las buenas ideas, desde el diseño a la creación, para luego transformar ese sueño en una mejora real para la calidad de vida de los antofagastinos. Esto lo están logrando los emprendedores con AntofaEmprende. Ellos están respondiendo y dando solución a las problemáticas sociales que la ciudad les propone y construyendo una comunidad que impulsa ideas que fomentan el crecimiento sustentable de Antofagasta”, mencionó Nicolás Salinas, director de participación ciudadana y comunicaciones de Creo Antofagasta.
Los emprendimientos que saldrán al mercado
Los proyectos que actualmente están siendo implementados en la región de Antofagasta son: creación de Baterías de Litio Recargables, económicas y de mayor rendimiento; Lab4school, plataforma web que busca revolucionar la enseñanza de tecnología en colegios; Uplay, emprendimiento que desarrolló un instrumento musical inclusivo; Waste, que busca implementar el primer centro de reciclaje electrónico en el norte del país; Cafetera Cultural, emprendimiento que a través del café entrega cultura y fomento lector a niños, estimulándolos con actividades didácticas y sensoriales; y finalmente Aquaservex, electroválvula que permite controlar a distancia el acceso al sistema agua potable, llegando a ahorrar hasta un 40% de la facturación mensual. Los proyectos ganadores de la IV versión de AntofaEmprende fueron premiados a fines de 2018, recibiendo un aporte de $8 millones de pesos y un año de acompañamientos.
“Todos los proyectos que llegan a nosotros día a día nos hacen entender que para cada problema que existe en el mundo, hay muchas innovaciones que apuestan a darle solución, que los desafíos, más que problemas, son oportunidades para los creativos. Y AntofaEmprende es una muestra clara de que la innovación es descentralizada y que el talento está distribuido”, señaló Julián Ugarte, Director de Socialab AntofaEmprende, es presentado por Fundación Minera Escondida, CREO Antofagasta, la Municipalidad de Antofagasta y el Gobierno Regional; ejecutado por Socialab y cuenta con el apoyo de Aguas Antofagasta.
Te invitamos a conocer más acerca de estos emprendimientos: la Cafetera Cultural fue la particular idea de Paula Campos (37), gestora cultural que puso especial atención a la falta de actividades en espacios culturales, calles y plazas y a la constante demanda de las familias de no contar con instancias participativas para los niños de Calama.
Desde ahí nace la idea de crear una cafetería de especialidad móvil (coffee bike) que ofreciera servicios culturales y un espacio “kids” para fomentar la lectura y el sistema sensorial de los niños. Hoy día esto es una realidad, ya están en la entrada del Parque El Cohete y el plan más próximo para este año es la inauguración de la sala senso-lector en Casa Rade.
Allí abrirán un espacio permanente para las familias donde podrán ir a escuchar y leer cuentos, jugar, imaginar y divertirse sanamente. “Hemos ido creciendo gradualmente. Que el público se beneficie de las instancias culturales que creamos, ha sido enriquecedor y lo valoramos como el mayor crecimiento. A través de las actividades que han apuntado a distintos públicos, hemos podido llegar a cientos de familias de Calama”, señala Paula Campos, creadora de La Cafetera Cultural.
En un ámbito similar pero aún más relacionado con inclusión, se mueve otro de los proyectos que se están implementando a través de AntofaEmprende. Se trata de Uplay, cuyo motor nace cuando el profesor de música Sergio Alfaro (31 años) ve la frustración de un niño con necesidades especiales al no poder realizar las mismas actividades que sus compañeros, debido a su condición de discapacidad. Con la ayuda de otros profesionales del área científica -Hita Barraza (Ing. en Biotecnología), Nelson Ferrada (Ing. Mecánico) y Alejandro González (Ing. Comercial)- logran desarrollar un producto que ayuda a niños en condición de discapacidad a desarrollar las habilidades del siglo XXI, a través de una nueva propuesta educativa que incluye trabajo con herramientas tecnológicas y música.
“Una de las cosas más enriquecedoras fue cuando hicimos uno de los primeros pilotajes y
pudimos ver cómo padres e hijos disfrutaban y se unían a través de nuestras herramientas tecnológicas musicales, dando una validación importante en lo que hacemos”, señaló el mentor de Uplay, Sergio Alfaro.
También en el área de educación, otro proyecto advirtió las brechas respecto al acceso que tienen los alumnos a contenidos y elementos que faciliten la educación tecnológica, producto de la falta de preparación docente en esta área. Fue así como comenzó a desarrollar el proyecto Lab4School. Se trata de un servicio de educación tecnológica que incluye venta de productos, capacitación docente y contenido educativo para alumnos.
Funciona como plataforma tecnológica para ser aplicada en sala de clases, logrando aprendizaje de alumnos y profesores y medición de este aprendizaje en línea. “Cuando dictaba talleres de tecnología extracurriculares, unos alumnos me revelaron que no podían creer lo que estaban haciendo, me preguntaron si con eso podían crear sus propias cosas tecnológicas, fue ahí cuando supe que el impacto tenía que ser mayor, que habían más niños con ganas de aprender, crear e inventar cosas y había que llegar a todos ellos, independiente del lugar donde estudian”, señala Nelson Elorza (31 años, Ingeniero civil en electrónica), impulsor de Lab4School.
Actualmente están ejecutando el proyecto en la comuna de Antofagasta, en dos colegios privados y 3 colegios municipales. Y ya cuentan con capacidad para abarcar toda la región de Antofagasta. Por otro lado, se están implementando ideas que tendrán un impacto directo en el cuidado del medioambiente.
Uno de ellos es el proyecto de Renato Vargas (Ingeniero Civil, 31 años) que comenzó con inquietudes fundamentales en torno al uso de energía renovables “¿Cómo nos vamos a independizar de los combustibles fósiles si no tenemos capacidad de producir energía limpia las 24 horas?, ¿Cómo es posible que las energías que son tan «limpias» y «sustentables» utilicen medios de almacenamientos tan sucios?”, son algunas de las preguntas que lo impulsaron a crear Baterías de Litio Recargables, reutilizables, económicas y de mayor rendimiento.
El año pasado, junto a su equipo profesional -compuesto por Andrés Zapata (26 años, estudiante de Ingeniería Civil) y Lissette Paredes (31 años, Ecóloga Marina) lograron desarrollar el primer prototipo de baja resolución, con el cual demostraron empíricamente que la idea era factible técnica y comercialmente. Las baterías que hoy están fabricando tienen un 60% mayor profundidad de descarga que las de ácido-plomo, lo que significa que tienen un 60% mayor capacidad efectiva que estas.
Además Tienen 2000 ciclos de carga-descarga a un 80% DOD, lo que se traduce entre 4 y 5 años de vida útil. A través de AntofaEmprende tienen los recursos para validar la hipótesis, es decir, ver si las características de las baterías efectivamente se mantienen en ambientes no controlados. Próximamente, harán pruebas en proyectos existentes al interior de la empresa Aguas Antofagasta y también en la Universidad Católica del Norte,
con el propósito de probarlas en condiciones de terreno y estudiar sus rendimientos.
Apuntando al cuidado del medioambiente, también nace la idea de Waste. El ingeniero en computación e Informática, Juan Pablo Lobos (32 años), tuvo una experiencia en Hong Kong que lo inspiró en la creación de un proyecto de reciclaje de residuos electrónicos. Visitó un laboratorio de innovación tecnológica para niños que fomentaba el uso responsable de la tecnología, entregando un segundo uso a los equipos y no ser directamente desechados.
Fue así como buscó una forma de re acondicionar equipos que han sido descartados de procesos productivos, y descubrió que con eso además podía aportar al entorno cercano; generando empleo en el proceso de retiro y re acondicionamiento de los equipos. Actualmente solo existen plantas de tratamiento de residuos electrónico en Santiago y Valparaíso, y el impacto del traslado tiene un alto costo económico y medioambiental. Waste, ya ha avanzado para implementar este proyecto en la Zona Franca de Iquique, junto con acuerdos de trabajo colaborativo con Empresas Locales.
“Nuestro modelo de triple impacto (medioambiental, social y económico) trata y valoriza los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos de forma local, aportando junto a ello a la creación de empleos y alianzas con los recicladores de base de la región”, señala Juan Pablo Lobos, creador de Waste.
Otro emprendimiento muy particular es el que están desarrollando Fernando Hernández (29 años, Técnico en Administración Agropecuaria) y Luis Curaqueo (59 años, Ingeniero Agrónomo) que crearon un dispositivo capaz de ahorrar hasta 40% en el consumo mensual de agua potable. El origen del problema lo advirtió la esposa de Luis, quien se desempeña como profesora de un establecimiento educacional.
Ella le manifestó que, en diversas ocasiones, las llaves de los baños del colegio se quedaban abiertas, a veces hasta todo un fin de semana, produciéndose un verdadero desperdicio del recurso. El sistema que desarrollaron se llama Aquaservex, que consiste en un equipo hidráulico, que se anexa a la matriz de agua potable -inmediatamente después del medidor de agua- se vincula a un router de control y permite realizar el corte y apertura de la red de agua a través de una aplicación de teléfono celular.
Este sistema detecta fugas, evita goteos por llaves en mal estado o empaquetaduras deficientes. Es aplicable a cualquier matriz de agua potable, destacándose el ahorro de agua principalmente en colegios, escuelas, industrias, entre otros, ya que el sistema permite que el agua solo esté disponible en las horas de uso del cliente y/o usuario.
Actualmente el dispositivo Aquaservex, ya está instalado en Tocopilla y tienen aprobadas cuatro instalaciones más en Antofagasta. Además se está implementando en la región de
O’Higgins en establecimientos educacionales, de salud y deportivos, en las Municipalidades de Palmilla y San Fernando, generando una disminución de consumo que varía entre un 40 a 50% mensual, en facturación de agua potable.
El proceso de Excubación de los seis emprendimientos culminará en diciembre de 2019, período en que los innovadores sociales tendrán el desafío de escalar sus soluciones a otras regiones o países.