Por equipo de prensa CoWeb
El 3 de junio fue designado como el Día Mundial de la Bicicleta por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 16 de abril de 2018.
Esta celebración tiene como objetivo promover el uso de la bicicleta debido a sus numerosos beneficios. Es considerada un medio de transporte sostenible, ecológico, limpio y asequible, que contribuye a la salud y no daña al medio ambiente.
Además, se reconoce como un instrumento de desarrollo que facilita el acceso a servicios básicos como educación, salud y deporte, y promueve la creatividad y la participación social.
La ONU invita a los Estados Miembros a participar en este día mediante la implementación de políticas de desarrollo, mejorando la seguridad vial y peatonal, promoviendo la movilidad en bicicleta y organizando marchas ciclistas.
Promover un sistema de transporte sostenible es crucial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, ya que fomenta el crecimiento económico, reduce las desigualdades y fortalece la lucha contra el cambio climático.
Los beneficios de usar la bicicleta incluyen:
Salud y bienestar: El ciclismo es un ejercicio efectivo que mejora la salud cardiovascular, fortalece los músculos y ayuda a mantener un peso saludable. También reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.
Sostenibilidad: La bicicleta es un medio de transporte ecológico que no emite contaminantes ni contribuye al calentamiento global. Su uso ayuda a reducir la huella de carbono y preservar el medio ambiente.
Economía: Utilizar la bicicleta como medio de transporte ahorra dinero en combustible, estacionamiento y mantenimiento del vehículo. Es una opción más económica y accesible para desplazarse en distancias cortas o en áreas urbanas congestionadas.
Movilidad y accesibilidad: La bicicleta ofrece mayor flexibilidad y agilidad en el tráfico, evitando atascos y reduciendo los tiempos de desplazamiento. También facilita el acceso a áreas con más tráfico en ciudades grandes o de difícil acceso para otros medios de transporte.
Beneficios sociales: El ciclismo promueve la interacción social y el sentido de comunidad. Las rutas y ciclovías compartidas fomentan la convivencia y el respeto entre ciclistas, peatones y conductores.
Mejora del entorno urbano: Fomentar el uso de la bicicleta ayuda a reducir los niveles de tráfico, disminuye el ruido y mejora la calidad del aire en las ciudades. Esto contribuye a crear entornos urbanos más agradables y habitables.
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