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Ruta del Café: Caffetintico, una historia familiar

Por equipo de prensa CoWeb

En nuestra travesía por la Ruta del Café, hacemos una parada especial junto al Teatro Municipal, donde Caffetintico se destaca como un acogedor lugar de encuentro administrado por una familia emprendedora que va más allá de ser simplemente un café.

A las 7 de la mañana, abre Caffetintico para recibir a su fiel clientela. Jhojana Naranjo, parte del equipo del café, recibe a cada cliente con una sonrisa y por su nombre, reflejando la cercanía que tiene con la comunidad.

Este emprendimiento es propiedad de la hija de Jhojana y su esposo, quienes tomaron la decisión de emprender motivados por las frecuentes enfermedades de su hija. La necesidad de proporcionarle un entorno más controlado y seguro fue el motor que impulsó la creación del café. Comenzaron con un triciclo y ahora se han establecido en un food truck, reflejando su evolución y éxito en cuatro años.

A medida que su nieta fue mejorando, el café también comenzó a crecer. «Con el aumento de clientes, trajeron un food truck pequeñito. Sin embargo, como había tanto movimiento, las puertas se dañaron. Entonces, decidieron cambiar el food truck por otro más adecuado. Además, ampliaron la oferta del negocio, lo que les permitió vender otros productos que antes no podían», explica Jhojana.

Caffetintico

Sin embargo, el camino no ha estado exento de desafíos. «El tema del aseo también ha sido un desafío importante. Cuando llegamos aquí, el lugar era prácticamente un baño público. Todos los días había que limpiarlo a fondo. Aunque la situación ha mejorado, mantener la limpieza sigue siendo un reto diario», comenta. A pesar de esto, han logrado recuperar la plaza y mejorar significativamente las condiciones del entorno.

Los clientes de Caffetintico son principalmente personas que trabajan en tribunales, bancos y el Teatro Municipal, entre otros lugares. Sin embargo, para Jhojana y su familia, este café es mucho más que un simple lugar de trabajo. «Aquí hemos formado una familia. Consideramos a nuestros clientes como la familia que uno elige», comenta con una sonrisa.

La historia de Jhojana y su familia es un testimonio poderoso de cómo el espíritu emprendedor puede no solo transformar vidas individuales, sino también fortalecer comunidades enteras. 

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