Dra. Ingrid Garcés Millas.
(La primera parte de esta columna de opinión la encuentras aquí)
¿Cuánto son los impuestos que pagan estas empresas?
Las empresas productoras que operan en el Salar de Atacama pagan un impuesto específico (royalty) que es cobrado trimestralmente y corresponde a un 6,8% de las exportaciones de litio (carbonato, cloruro, hidróxido). Adicionalmente, SQM paga 15.000 dólares anuales en concepto de arriendo de las pertenencias ($780.000 mensuales).
La explotación en Atacama establece a su vez el pago de royalty por extracción de otros minerales tales como potasio, ácido bórico, magnesio, entre otros, los cuales van de un 1,8% – en el caso de potasio, boro y sulfato – a un 10% por magnesio (que es vendido conjuntamente por SQM y Albemarle).
El proceso de obtención de derivados del litio (Li) en Chile se da a través de las salmueras del Salar de Atacama poseen la más alta concentración de Li y es el depósito explotado más importante a nivel mundial con 0,15% promedio (Pavlovic, 2014).
Actualmente, SQM y Albemarle son las empresas autorizadas para la explotación de Litio, producción de sales de litio y su comercialización en el Salar de Atacama. Ambas poseen procesos similares para la obtención del principal producto: el carbonato de litio (LiCO3); además, producen adicionalmente hidróxido de litio (en el caso de la primera) y cloruro de litio (la segunda).
Inicialmente se comienza con las salmueras de descarte de la producción de cloruro de potasio (0,82 % Li), las que previamente se concentran desde 0,18% Li y 2,5% en potasio durante 6 a 9 meses en pozas de evaporación solar, para ser consideradas en la obtención del carbonato de Li.
Estas salmueras se ingresan en pozas de evaporación solar por 4 a 5 meses hasta conseguir una refinación del 6% en Li. Con dicha concentración, las salmueras se envían a la Planta de abatimiento de magnesio, para posteriormente ser transportadas a la Planta de Carbonato de Li ubicada en la zona industrial de la ciudad de Antofagasta.
En esta planta, primeramente se remueve el boro y luego el magnesio, por extracción a través de solventes y precipitación química respectivamente.
Finalmente se precipita el carbonato de Li con ceniza de soda. Los residuos de carbonato de magnesio, hidróxido de magnesio y carbonato de calcio, procedentes del refinado de la salmuera son procesados como pulpa, utilizando el licor madre de la planta y posteriormente son enviados a pozas de descarte (D.I.A., 2001).
Albemarle extrae salmueras con 0,2% de Li desde el núcleo del salar, las que son bombeadas a pozas de evaporación solar para su concentración. Este proceso dura entre 14 a 15 meses hasta alcanzar el 6% en Li. Durante esta primera fase cristalizan de forma secuencial sub productos como cloruro de sodio, silvinita, bischofita, carnalita de Li y carnalita de potasio. La silvinita se utiliza para producir cloruro de potasio (Garcés, 2017).
Producción de Cloruro de Li: El proceso “directo” comienza con la remoción de impurezas, como el boro y nitratos que son separados mediante procesos de extracción por solvente. Luego se saca el magnesio como hidróxido, por reacción con cal apagada.
Posteriormente, se separan las impurezas restantes, como el sodio, calcio y sulfato. La siguiente etapa es la cristalización del cloruro de Li a partir de la salmuera purificada, previa regulación del PH a niveles neutros. La cristalización del cloruro de Li es con inyección de vapor.
El cloruro de litio es la materia prima para la producción de Li metálico, mediante electrólisis.
Salar de Atacama
Ubicado en el desierto más árido del mundo, tiene una superficie de 3000 km2. Las precipitaciones difieren según el sector del salar, el promedio anual de precipitación acumulada varía entre 10 y 25 milímetros por año en el sector central del lugar, mientras que aumenta hacia la Cordillera de los Andes, alcanzando los 250 mm de agua.
La precipitación se concentra en los meses de enero a marzo, durante el periodo conocido como invierno boliviano. En verano, oscila entre 10º y 35ºC, mientras que en invierno es de –3º a 24ºC. Debido a la intensa radiación solar – que alcanza los 6,3 x 106 cal/m2 día -, la evapotranspiración potencial excede la precipitación, estimándose en 2000 mm por año en la parte central del salar (Tejeda et al., 2003).
Los principales aportes hídricos al acuífero del salar provienen por el norte y por el extremo este, específicamente de la serie de aportes subterráneos y los generados por vertientes efímeras que circulan por quebradas provenientes de la zona del altiplano andino.
Los aportes subterráneos provienen de la vertiente andina del salar. Como la cuenca corresponde a un sistema cerrado la descarga se produce por evaporación en el área del salar y en lagunas ubicadas en sus márgenes. Es el sector oriental la zona más sensible y de mayor interés ambiental.
Dada las condiciones ambientales, el Salar de Atacama se presenta como óptimo para procesar salmueras en pozas de evaporación solar, situación que disminuye enormemente los costos de procesamiento, brindándole una notable ventaja económica en la recuperación de los contenidos de Li comparado con el resto de los salares explotados en la actualidad.
Aunque no se conoce, a ciencia cierta, el valor exacto de las reservas de Li de este yacimiento salino, diferentes estudios realizados estiman que estarían por un valor cercano a los 7,5 millones de toneladas totales de Li (40 millones de ton de Carbonato de Litio Equivalente (LCE)).
Según el United States Geological Survey (USGS o Servicio Geológico de Estados Unidos) en 2017, siete de las reservas mundiales son de 14,5 Millones de toneladas de Li, siendo el 52% de estas, localizadas en el Salar de Atacama. La participación de Chile en el mercado del litio fue del 35% el 2016.
El eje principal de la discusión ambiental se basa en la sustentabilidad de las actividades mineras que se desarrollan en el Salar de Atacama, dada la fuerte presión ejercida sobre el recurso hídrico, que se constituye como el principal insumo tanto para la obtención de diversas sales de gran demanda comercial (salmueras), como para la satisfacción de las necesidades de procesos y campamentos mineros (agua fresca). La industria del Litio es uno de los componentes significativos de esta problemática.
La estimación del caudal que registra el río San Pedro se estima entre 0,8 y 1,2 m3/segundo y por parte del río Vilama, es del orden de 0,15-0,25 m3/s (Cornella et al., 2009).
Las contribuciones de vertientes que descienden por el sector oriental del salar, producto del plano inclinado de gran pendiente, genera pequeños escurrimientos producen escorrentía, que a su vez origina la formación de algunos oasis, entre los que se encuentran Toconao, Socaire y Peine, y pequeños escurrimientos como las quebradas Jerez, Talabre, Camar y Peine.
Por otra parte, se encuentra la Reserva Nacional Los Flamencos (73.985,5 hectáreas (ha)), la cual está dividida en 7 sectores, de los cuales cuatro tienen directa influencia sobre el salar: Soncor (5.016,07 ha), Aguas de Quelana (4.135,67 ha), Valle de la Luna (5.467,52 ha) y Tambillo (6.013,16 ha).
Estos humedales de gran importancia desde el punto de vista de la conservación biológica, que son el hábitat de flamencos que anidan y se alimentan, presentan una distribución geográfica altamente restringida a los salares, lo que otorga una alta singularidad ecológica a estos ecosistemas altoandinos. Otras aves que se encuentran en la zona son la Gaviota Andina, el Caití y el Chorlo.
Entre los mamíferos se cuentan el Zorro Chilla, Zorro Culpeo y el Tuco-Tuco, también conocido como chululo (CONAF, 1994). Es vital que el proyecto no afecte las áreas y humedales asociados a la Reserva Nacional Flamencos, puesto que es sitio de reproducción de mayor importancia global para el Flamenco Andino.
Este particular entorno está constantemente en peligro por efectos antropogénicos, como una recarga, reducción o aumento de la descarga. Una reducción de la recarga puede ser causada por un aumento en la extracción de agua dulce en los acuíferos aguas arriba, que es utilizada para los procesos industriales que allí se realizan.
Sin embargo, un aumento de la descarga puede causar mayores tasas de extracción de salmueras en acuíferos aguas abajo, cerca de la salina núcleo. Aunque estudios recientes demuestran que estos ecosistemas no han sido afectados por la salmuera extraída desde el salar de Atacama (SEIA, 2006), la presión para obtener recursos minerales adicionales va en aumento y la demanda de agua – tanto en el acuífero aguas arriba y aguas abajo – reducirán las entradas del líquido vital al ecosistema de Soncor.
Por lo tanto, la gestión adecuada de los recursos hídricos de estos ecosistemas es importante, para tener una comprensión detallada de su hidrología e hidrogeología.
Continuará…