Por equipo de prensa CoWeb
Seguimos con más contenidos que te van a energizar este domingo, si porque entrevistamos a Carla Pérez Labbé, psicóloga y coach de empleo para mamás quien fundó MBO: Mamás en Busca de Oportunidades y que está cumpliendo diez años como emprendedora.
Carla tiene 39 años y es madre de dos hijos, actualmente la inspiración y pasión en su vida es su familia, además le encanta inventar cosas.
Quisimos saber cómo ha sido su experiencia apoyando a las personas en su empleabilidad y en especial a las mujeres madres en su búsqueda de un proyecto ideal para ellas.
¿Cuándo te decidiste a poner tu propio negocio?
Bueno, yo sabía que me iban a despedir del trabajo, porque me tomé más tiempo del postnatal del establecido, porque mi hijo estuvo muy enfermo con bronquitis y entonces finalmente terminé alargando el postnatal como un año, así que inmediatamente me convertí en una persona poco grata para la empresa donde trabajaba.
Y desde ese momento, empecé a pensar en qué hacer porque sabía que si me echaban no iba a encontrar trabajo, y el papá de mi hijo en ese entonces no tenía trabajo. Y dije tengo que hacer algo, porque tengo que ganar plata.
Hace un tiempo atrás, varias empresas y amigos que trabajaban en empresas, me preguntaban si yo podía hacer algunas cosas, como independiente o freelance, y dije les voy a ofrecer mis servicios, a ver cómo me va y una amiga decidió unirse conmigo y yo me atreví gracias a ella, y ella se atrevió gracias a mi, y abrimos una consultora de recursos humanos que hoy día tiene 10 años.
La cosa es que ella a la semana se arrepintió, porque tenía un trabajo estable y me dejó a mi con la escritura y todo listo y yo creo que si no hubiese sido por ella, yo no hubiese firmado nada no hubiera hecho nada. Y me regaló su parte, teniéndome cero fe, no me tuvo fe y acá estamos hoy día.
¿Cómo ha sido tu experiencia emprendedora?
Ha sido buena y mala, en el último tiempo yo creo que ha sido muy buena y creo que recién entre el noveno y el décimo año logre consolidar mi empresa.
Por qué buena y mala, porque al principio logré vivir bien, me mantuve, a mi y a mi hijo de manera muy independiente, logre algunas cosas que pensé que no iba a lograr, me compré auto, arrendaba un departamento en un bonito barrio en Santiago, tenía plata para arreglar cosas en mi casa, y pasar mucho tiempo con mi hijo y eso me ponía muy contenta.
Pero después pasaron los años, hubo momentos en que la economía no estuvo bien en el país y yo parece que no hice tan bien mi trabajo, entonces no me llamaban mucho y me empezó a ir mal.
Pero siempre tenía algo que hacer, nunca dejé de pensar que ese era el camino, porque incluso en algunos momentos tiré currículum en algunas empresas pero no me iba bien, entonces, dije bueno tengo que seguir así como estoy. Y claro, desde hace dos años atrás hasta ahora, me ha ido mucho mejor, y estoy mucho más ordenada porque mi marido me ayudó un montón, en temas que yo no conocía de finanzas y esas cosas, yo siempre lo hice un poco al lote y ahora que lo llevó ordenado como que la empresa creció exponencialmente. Así que tiene de dulce y de graso.
¿Cuál es el momento más importante en tu trayectoria?
Nunca lo he pensado, tampoco creo yo que tenga un momento más importante, tampoco que tenga unos muy importantes, soy bien como zen en ese sentido de decir que yo creo que todos los momentos vividos me sirvieron para generar experiencia para entender cómo funcionaba la cuestión.
Pero por ejemplo, ahora que hago muchas entrevistas, me llaman personas que no conozco y me dicen, «oye te he visto en redes sociales y me gusta como trabajas». Eso me hace sentir muy bien, porque quiere decir que todo lo que hice y lo que estoy haciendo, como romper estos estigmas y paradigmas del servicio que yo vendo, que es como muy serio, muy formal, me sirvieron un montón y eso me hace sentir muy orgullosa de mi misma.
Eso lo podría transformar en buenos momentos, pero no tengo uno como particular, porque te podría decir cuando me gané un proyecto grande, pero no he sentido lo mismo que como cuando me llaman estas personas desconocidas y me dicen: «Te vi en LinkedIn y me gusto tu propuesta u por eso te estamos llamando y te vamos a dar el trabajo a ti», eso me hace sentir muy bien.
¿Tienes algún mensaje para las mujeres que buscan el camino del emprendimiento?
Yo nunca me he sentido super bakan en el emprendimiento, no creo ser la mejor y por lo mismo me cuesta dar consejos.
Pero si pudiera decirle algo a alguien que necesita un consejo, porque necesita escucharme o porque le ha gustado mi trabajo o qué se yo, yo les diría que no desistan, el emprendimiento cuesta y es demoroso pero a veces es rápido, pero tiene momentos en que si a veces uno no lo sabe administrar bien puede decaer y en ese decaer te ves falta de plata y dices voy a dejar esto para siempre porque no es lo mío yo creo que si alguien lo siente en su corazón y tiene que seguir ese camino, lo siga y no decaiga nunca, aunque tenga que buscar pega para tener plata.
Nunca pares de inventar cosas, nunca pares de escucharse a sí misma, porque yo con mi experiencia, recién a los 10 años de mi emprendimiento veo que me funcionan más cosas, recién a los 10 años yo, lentamente. Porque yo soy así, para pensar las cosas me demoro y recién a los ahora me atreví a abrir otra empresa que es de un rubro similar, porque antes me sentía insegura de mis conocimientos.
Creo también que hay que estudiar harto, ese es otro consejo, nunca parar de estudiar y de actualizarse. Pero no me refiero a la universidad con postítulos, si es que uno lo hace es mucho mejor, pero mantenerse actualizado, en temas digitales, en las últimas tecnologías que salen en las empresas, porque así podemos ser competitivos.
Esperamos lo hayas disfrutado tanto como nosotr@s. Si quieres conocer más del trabajo de Carla, te dejamos las coordenadas: