Por Equipo de prensa CoWeb
Nuestro país fue destacado en el panorama global del emprendimiento femenino el año pasado, ocupando el tercer lugar en el ranking mundial, según el informe de la Global Entrepreneurship Research Association. Con un impresionante 25.2% de mujeres emprendedoras, Chile se sitúa detrás de Togo y Guatemala, demostrando el crecimiento y la vitalidad del espíritu empresarial femenino.
A pesar de estos logros, también hay estudios que demuestran que la tasa de abandono en el emprendimiento es más alta entre las mujeres que entre los hombres, y las razones detrás de esto varían según el género. Mientras que las mujeres a menudo abandonan debido a responsabilidades personales, como el cuidado de los hijos o familiares mayores, los hombres tienden a citar más la rentabilidad del negocio o la posibilidad de venderlo a terceros.
En el dinámico ecosistema empresarial de la región de Antofagasta, Gianni Romaní, directora del Centro de Estudios de Mercados de la Universidad Católica del Norte, comentó: “Veo con mucho optimismo, el empoderamiento en mujeres jóvenes en todos los sectores, no solo en el emprendimiento, sino también en el proceso de su formación. Las jóvenes universitarias muestran cada vez más autonomía, están más empoderadas, se creen más el cuento y esto es muy bueno, porque muestra que poco a poco el empoderamiento femenino está ganando terreno y en el mediano o largo plazo va a tener importantes repercusiones en todos los sectores de la economía.”
Este crecimiento en la presencia de mujeres líderes se refleja en el emprendimiento, donde las mujeres jóvenes están marcando su huella. ¿En qué están emprendiendo? A continuación, te presentamos las historias de cuatro emprendedoras destacadas de la región.
Bárbara Cortés
Emprender en educación es un gran desafío, y Bárbara Cortés, educadora de párvulos, decidió enfrentarlo fundando Espacio Sináptico. Este proyecto abarca tres líneas de trabajo esenciales. La primera se enfoca en la divulgación científica, la segunda funciona como una tienda que ofrece recursos educativos para profesores y familias, y la tercera es Espacio Sináptico Educación, donde se brinda acompañamiento a niños centrado en sus intereses, contexto socioemocional y necesidades educativas especiales.
En cuanto a la experiencia de emprender como mujer en la ciudad, Bárbara comentó: «Siempre va a existir el miedo de que todo se vuelva fuego y deba partir de cero, pero en este punto soy una bombera experta apagando incendios, removiendo escombros y construyendo nuevamente. En algunos momentos, debo sacar mi lado más firme y directo para defender mi objetivo y mi método. Esto me ha sucedido frente a varios hombres, no me gusta hacerlo y considero que no debería, pero estoy segura de que lo tendré que emplear para siempre.»
En cuanto a emprender en el ámbito educativo, Bárbara explica: «Es difícil querer efectuar modificaciones, debido a que ellos (alumnos) siguen en el sistema escolar y debo dar respuesta a los requerimientos de los colegios. Mis familias son increíbles, me acompañan en cada idea, me otorgan libertad al momento de enseñar, escuchan mis sugerencias y soñamos cada semana con tener un espacio para educar.”
Stephany Stuardo
Stephany Stuardo, tras varios años de vivir con mala alimentación y expuesta a altos niveles de estrés, desarrolló tendinitis en ambas muñecas por trabajo. Esta situación la sumió en una depresión y crisis de ansiedad, llevándola a buscar soluciones. Después de consultar con varios especialistas, finalmente encontró alivio cuando le recomendaron una dieta antiinflamatoria y fue entonces cuando descubrió el mundo de los alimentos fermentados, los cuales contribuyeron significativamente a mejorar su salud tanto física como mental.
Como resultado de esta experiencia transformadora, Stephany decidió enfrentar el desafío de emprender y en el año 2020, fundó Kenko Vida, un emprendimiento dedicado a ofrecer una variedad de productos saludables, tales como Kombucha Nativa, Kimchi, chucrut, Kéfir, entre otros.
“Mi experiencia ha sido muy positiva, he conocido grandes entidades, grandes mujeres y un ecosistema de gran innovación dentro de la región de Antofagasta, donde Corfo a sido un gran apoyo para impulsar mi emprendimiento, me han apoyado desde la idea hasta el desarrollo permitiendo crecer y generar puestos de trabajos a mi alrededor, SQM también me apoyo desde mis inicios a través del programa Desafíos de Sostenibilidad y la Fundación Saguaro, fundación sin fines de lucros que apoya e impulsa a mujeres emprendedoras, con una gran líder que lucha por las mujeres como es Marcela Maldonado. AIEP, también, mi casa de estudios y quién me ha brindado apoyo en relación con la realización de charlas y otros.”
Stephanie Poulsen
Desde que se graduó de la universidad, Stephanie Poulsen decidió embarcarse en el camino del emprendimiento. Desde el año 2013, ha estado creando, desarrollando y participando en diversos proyectos. Uno de ellos fue CkunzaCkapar, una tienda de diseño con identidad local que, lamentablemente, tuvo que cerrar sus puertas a principios de 2018.
Después de años gestando la idea, Stephanie decidió asumir otro desafío con la creación de Calquín, una cafetería que ofrece opciones saludables, naturales y veganas. Esta nueva empresa abrió sus puertas en febrero y ha tenido una gran recepción del público hasta la fecha. «Creamos este espacio con mucho amor y respeto para quienes desean tomarse una pausa, disfrutar de algo rico, sano, nutritivo, libre de crueldad y de culpas», comentó.
Respecto a cómo ha sido emprender en la ciudad, Stephanie compartió: «Lo más difícil, creo que ha sido soñar en grande y no siempre contar con el financiamiento para concretar en la inmediatez. También trabajar la paciencia para esperar a lograrlo… Calquín tomó 5 años, de puro amor, resiliencia y autogestión».
Carolina Jansson
La florería Celestinas surgió en el año 2015 como un sueño compartido entre Carolina Jansson y su tía Digna, quienes aspiraban a crear algo verdaderamente único y especial. Desde el principio, Carolina tuvo claro que su propósito trascendía a sólo vender flores; su objetivo era transmitir emociones, contar historias y ofrecer belleza a través de cada arreglo floral.
En apenas seis meses, experimentaron un rápido crecimiento que les permitió dar un paso significativo: comenzar a cultivar sus propios Liliums. Además, han invertido tiempo y esfuerzo en capacitarse en técnicas de venta y marketing digital, adaptándose constantemente a las cambiantes necesidades del mercado. Es importante destacar que no solo se han enfocado en la calidad de sus productos, sino también en ofrecer un servicio al cliente excepcional.
“Como mujer emprendedora, he tenido que enfrentar incontables desafíos y romper paradigmas en un ambiente dominado por creencias limitantes súper arraigadas. He luchado contra estereotipos, demostrando mi valía profesional con el doble de esfuerzo, como muchas otras emprendedoras. Pero esos mismos obstáculos me han fortalecido y conectado con poderosas mujeres con las que juntas hemos celebrado cada logro”, comentó Carolina.
Agregó también que su mayor prueba fue conciliar su empresa con la maternidad. “Fundé Celestinas recién separada, con mi hija Ema de 2 años, dejando atrás la estabilidad laboral por esta apasionante, pero incierta aventura. Fue un acto de fe absoluta, pero la maternidad me había enseñado que las mujeres tenemos una fuerza y determinación infinitas cuando actuamos con valentía.”
Desde la diversidad de proyectos y las diferentes áreas de emprendimiento que han abordado estas emprendedoras, queda claro que las mujeres jóvenes no solo están creando empresas, sino que están construyendo comunidades, inspirando cambios y aportando a la sociedad.
En un país donde el emprendimiento femenino continúa ganando impulso, estas historias inspiran, a romper barreras y a construir un futuro donde las mujeres sean protagonistas en todos los ámbitos de la vida empresarial.