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Antofagasta: Brechas y perspectivas del promedio salarial

Por equipo de prensa CoWeb

Los datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en su Encuesta Suplementaria de Ingresos del 2022 arrojan luz la disparidad en ingresos en una de las ciudades con los costos de vida más elevados de Chile: Antofagasta.

Según el informe, el ingreso laboral promedio en la Región de Antofagasta alcanzó los $933.988 mensuales en 2022. Una cifra que si bien refleja la prosperidad económica de la región, también pone en perspectiva la desigualdad en los salarios de sus habitantes. Sin embargo, es el ingreso mediano, es decir, el ingreso de una persona representativa de la mitad de la población, es de $636.563 mensuales.

En comparación con el promedio nacional de $757.752, Antofagasta destaca por encima. Esta realidad económica aparentemente prometedora se desvanece cuando observamos la brecha salarial de género que persiste en la región.

En 2022, los ingresos medios de los hombres en Antofagasta alcanzaron los $1.115.029, mientras que las mujeres percibieron en promedio $664.486. Una diferencia que representa una brecha de -40,4% en desmedro de las mujeres.

La Seremi de la Mujer y la Equidad de Género de Antofagasta, Paulina Larrondo, comenta sobre el último que da cuenta de la existencia de brechas salariales entre hombres y mujeres, destacando que: «la forma de avanzar que hemos definido como estrategia son las alianzas público-privadas que puedan existir, que consideran dentro de sus planes de trabajo el avance respecto a la discriminación que viven las mujeres en sus espacios de trabajo. Así lo hemos hecho, por ejemplo, en el área de transporte y logística, en el área de minería, que son espacios masculinizados que muchas veces ofrecen mejores condiciones laborales para las mujeres.

Además agrega que para combatir las desigualdades en general que viven las mujeres y, por supuesto, las brechas salariales, «debemos hacer un esfuerzo en conjunto, tanto desde el Gobierno como también las instituciones privadas y respecto a ello estamos trabajando en la región con mucha fuerza».

Estos números desnudan una realidad que no puede ser ignorada: la persistente desigualdad en los ingresos entre hombres y mujeres en una región que se enorgullece de su desarrollo económico.

Aunque se han logrado avances en la equidad de género en otros aspectos, como la representación política y social, la brecha salarial continúa siendo un obstáculo importante en el camino hacia una sociedad justa y equitativa.

Brecha salarial

Educación en ingresos

El informe también resalta la importancia de la educación en los ingresos de la población ocupada. Aquellos con educación universitaria obtuvieron ingresos con montos mensuales de $1.333.123 en el ingreso medio y $1.005.207 en el ingreso mediano, montos significativamente mayores que aquellos con educación secundaria, quienes obtuvieron ingresos medio y mediano de $618.455 y $502.604, respectivamente.

«La Región de Antofagasta presenta un ingreso mediano sobre el nacional, impulsado principalmente por el sector minero. Sin embargo, debemos considerar que esta información es sensible a la inflación, por lo que no necesariamente representa una mejora en los salarios reales. Los ingresos más bajos lo siguen percibiendo las personas con educación primaria, mientras que personas con formación universitaria tienen ingresos por sobre el millón de pesos en nuestra región. En este grupo, también se destaca las personas con estudios de postgrado, quienes durante el año 2022 recibieron una mediana salarial es $2.248.000 (aprox.)», comenta Yasna Cortés, académica del Departamento de Economía de la UCN.

El panorama laboral de Antofagasta también está marcado por la predominancia de los asalariados privados, quienes en promedio obtuvieron ingresos de $1.017.799 al mes, y los asalariados públicos, con ingresos medios mensuales de $1.146.585.

Estas cifras son indicativas de una economía diversificada, pero también señalan la importancia de políticas que aseguren una distribución equitativa de los beneficios económicos entre diferentes sectores laborales y géneros.

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