Por Nicolás Salinas Sepúlveda – Gerente de Operaciones Dos Barbas · Consultora
La reciente publicación del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) por parte de la Cámara Chilena de la Construcción de Antofagasta nos invita a reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la ciudad en términos de mejorar la calidad de vida de nosotros como habitantes. Aunque Antofagasta es conocida como una próspera ciudad minera, es evidente que existen aspectos que requieren atención para lograr un bienestar integral en la comunidad.
Uno de los aspectos fundamentales para mejorar la calidad de vida urbana es el acceso a viviendas dignas. En este sentido, es necesario promover el desarrollo de proyectos habitacionales que cumplan con estándares de calidad y se ajusten a las necesidades de los habitantes de la comuna. Además, es vital fomentar la construcción de viviendas sociales en zonas bien conectadas y con acceso a servicios básicos, de manera que se reduzca la segregación espacial y se promueva la integración social.
Otro indicador clave para mejorar la calidad de vida es la movilidad urbana. Es esencial que Antofagasta cuente con un sistema de transporte público eficiente y sostenible, que garantice la accesibilidad para todos los ciudadanos. La implementación de ciclovías seguras y bien señalizadas, junto con la expansión de la red de transporte público, contribuirían a reducir la congestión del tráfico, mejorar la calidad del aire y promover un estilo de vida más activo y saludable.
Además, la calidad de vida urbana se ve estrechamente vinculada con el desarrollo de espacios públicos de calidad. Antofagasta cuenta con hermosos parques y plazas, pero es necesario aprovechar su potencial al máximo. La creación y mantención de áreas verdes bien equipadas, que inviten a la recreación y al encuentro comunitario, fortalecerían el sentido de pertenencia y mejorarían la calidad de vida de los habitantes.
En términos de seguridad, es fundamental reforzar la prevención del delito y promover una mayor presencia policial en las calles. La iluminación adecuada y la implementación de cámaras de seguridad en lugares estratégicos pueden disuadir actos delictivos y contribuir a generar un ambiente más seguro y tranquilo para los ciudadanos.
Asimismo, no se puede dejar de mencionar la importancia de la educación y el acceso a servicios de salud de calidad. Promover la creación de nuevos establecimientos educacionales y centros de atención de salud en los barrios más desfavorecidos, así como mejorar la calidad y equidad de estos servicios, sería un gran paso hacia la transformación positiva de Antofagasta.
En conclusión, mejorar la calidad de vida urbana en Antofagasta requiere de una acción coordinada y planificada en diversos aspectos clave. La promoción de viviendas dignas, una movilidad urbana eficiente, espacios públicos de calidad, mayor seguridad, acceso a una educación de calidad y servicios de salud adecuados son elementos fundamentales para lograr una ciudad más inclusiva, sustentable y amigable para sus habitantes.
Antofagasta tiene un gran potencial para convertirse en un referente de calidad de vida urbana en Chile. La voluntad política, el compromiso de la sociedad civil y la participación ciudadana son ingredientes esenciales para llevar a cabo las transformaciones necesarias. Solo a través de un trabajo conjunto podremos construir una ciudad que brinde a todos sus habitantes una vida digna y plena. ¡La oportunidad está frente a nosotros, es hora de actuar!