Por Jorge Serrano Malebrán
El estado de la siguiente evolución de internet.
Hace unos veinte años, el paso de la Web 1.0 a la Web 2.0 marcó un cambio emocionante en la forma en que interactuamos con Internet. Anteriormente, en Web 1.0 teníamos que confiar en el tráfico unidireccional: solamente podíamos leer información en Internet. Con la Web 2.0, cualquiera podía publicar, compartir información e interactuar con otros. Eso resultó en el desarrollo de los blogs y redes sociales. Desde MySpace y Fotolog, pasando por Wikipedia, Facebook, YouTube y Twitter, hasta Instagram, Twitch y TikTok.
Aunque pueda parecer que internet es de todos, lo que compartimos (texto, imágenes, videos, transmisiones) queda en manos de grandes conglomerados. Meta, Twitter, Tiktok y Google deciden si nuestro contenido permanece disponible y utilizan nuestros datos para ganar dinero. La próxima transición posible de Internet se llama Web3, donde la propiedad del contenido volverá a estar en manos de usuarios individuales mediante la utilización de tecnología criptográfica.
La descentralización del contenido suena como un sueño en el escenario actual. Especialmente porque las criptomonedas ofrecen mucho potencial para una mayor privacidad en la forma en que nos movemos en línea. Pero en la práctica, esta tecnología todavía se usa principalmente para la especulación financiera. De repente, todos quieren ingresar a los NFT: tokens no fungibles. La idea es que puedas poseer algo digital y probarlo a través de un certificado mediante tecnología criptográfica. Por ejemplo, un tuit (el primer tuit se vendió como NFT por 2,9 millones de dólares), un gif (el de Nyan Cat se vendió por poco más de medio millón de dólares) o un jpg (un dibujo de un mono aburrido vale millones). El único valor que tienen estas cosas es la prueba de que las posees. Pero, a pesar de este certificado de propiedad, las imágenes de los monos todavía se pueden distribuir y guardar en las computadoras (click derecho, guardar como). La esperanza de los compradores es que en el futuro otros estén dispuestos a pagar más de lo que pagaron por el certificado de propiedad. Es por eso que todos hacen todo lo posible para hacerte creer que debes invertir en NFT.
Web3 parece haberse realizado en parte a partir de una especie de idealismo, pero en la práctica todavía hay muchos signos de interrogación. Por ejemplo, un argumento que se escucha con frecuencia es que los artistas también pueden tomar posesión de su arte digital a través de NFT y vender esta propiedad. Los cripto soñadores ya están pensando en el metaverso, donde puedes llevar tus propiedades digitales entre mundos virtuales.
La Web 2.0 solía sentirse como el comienzo de una Internet para todos. En todas partes pudimos publicar nuestros propios pensamientos, fotos y videos. Web3 definitivamente también tiene el potencial de cambiar el panorama en línea en el futuro al descentralizarlo, pero por ahora resulta en muchas innovación con escaso valor, y el impacto ambiental es demasiado grande para justificarlo. Aunque esta evolución parece inevitable, aún falta mucho desarrollo en Web3, sobre cómo se realizará el comercio, las plataformas, formas concretas de monetizar, entre otros.