Por Gonzalo Yun, gerente de Endeavor Atacama
Con un trabajo acucioso en las “scaleups”, es decir, a través del formato de empresas resilientes, desde Endeavor consideramos este factor clave en medio de escenarios económicos con incertidumbre o adversos, tal como el escenario mundial que actualmente enfrentamos, donde Chile no queda exento.
En momentos adversos, las scaleups son las únicas empresas que crean empleos formalmente remunerados. Para graficar su impacto, si bien representan el 1% de las empresas, éstas generan el 42% de los empleos en Chile.
Además, crecen al menos 20% al año por tres periodos consecutivos en ventas o trabajadores contratados, una condición completamente excepcional. Las scaleup no son empresas ordinarias, son empresas que se caracterizan por ser el motor de la economía. Entre 2017 y 2020, solo 4.551 empresas en Chile lograron ese nivel de crecimiento, representando el 1% del total nacional, creando más de 556 mil nuevos empleos, y un promedio de 122 trabajadores adicionales por cada una.
Otro factor a destacar, es que la mayoría son pymes (96%) y tan sólo el 4% son grandes empresas. Es decir, las scaleups vienen de la mano con los emprendedores y su etapa de crecimiento acelerado, en el 50% de los casos, se inicia al quinto año de su existencia.
Además, están diversificadas en diferentes rubros de la economía, como la construcción (23,9%), comercio (13,4%), actividades de servicios administrativos (12,4%), agricultura (12,4%) e industria manufacturera (9,6%). No obstante, el rubro que genera mayor proporción del empleo corresponde a las actividades de servicios administrativos (28,8%), comercio (24,8%) y construcción (17%).
Cabe destacar que la Región Metropolitana concentra el 51% del total de empresas de categoría scaleups, seguida por las regiones del Biobío y Valparaíso con 7,6% y 6,6% respectivamente, mientras la región de Antofagasta representa sólo el 4,2%. Esto, más que un factor crítico, debe transformarse en una oportunidad.
Estamos en una región que es el motor económico del país, donde el desarrollo de la minería y de energías renovables no se detiene, y requiere nuevas soluciones. Para ello, se necesita de este tipo de emprendedores, aquellos que piensan en grande y buscan retribuir al ecosistema, y desde una mirada sustentable y también conectada con las preocupaciones e intereses de las personas.
Crear empresas generadoras de empleo es un desafío para el mercado laboral, más aún cuando buscamos potenciar a aquellas que son capaces de transformarse en scaleups. No obstante, el ecosistema de emprendimiento en Chile ha dado muestras de vivir un proceso de maduración creciente, potenciando la gestación de una nueva generación de emprendedores que, revolucionando sus industrias, han logrando transformar startups en scaleups en un corto periodo de tiempo, aprovechando los instrumentos públicos, la nutrida red de emprendedores y el capital privado disponible tanto dentro como fuera de Chile.
Ahora bien, el nuevo desafío está en poder contar con una mirada regionalista para la focalización de la política pública, además de pensar en las oportunidades en torno a este desafío. Hemos avanzado, pero los escenarios actuales, tanto locales como internacionales, nos obligan a que busquemos nuevas fórmulas y alianzas para acelerar nuestros pasos como emprendedores de alto impacto.